Troya OXIN Travel

Troya

Troya Ciudad histórica construida por colonos griegos alrededor del año 700 a. C. Base de las epopeyas de Homero, identificada con una de las nueve ciudades superpuestas descubiertas en Hissarlik Hill en Turquía. Su nombre  todavía no hay ciudad cuya fama se le compare. La causa de esta fama perdurable fue una guerra narrada en uno de los poemas más grandes de la humanidad, la Ilíada, y la causa de esa guerra se remonta a una disputa entre tres diosas celosas. La diosa de la Discordia, Eris, ciertamente no era muy popular en el Olimpo, y generalmente no era invitada cuando los dioses celebraban un festín. Profundamente resentida por esto, decidió crear problemas. Durante una boda muy importante, la del rey Peleo con la ninfa del mar Tetis, a la que ella fue la única de las deidades que no fue invitada, Eris llevó al lugar donde se celebraba el banquete una manzana de oro, grabada con las palabras “A la más bella”. Todas las diosas querían quedarse con la manzana, pero al final, la elección se restringió a tres:  Afrodita, Hera y Atenea. Se le pidió a Zeus que actuara como juez, pero muy sabiamente se negó y dejó en claro que él no tenía nada que ver con el asunto.

Les dijo que fueran al monte Ida, cerca de Troya, donde el joven príncipe Paris, también llamado Alejandro, guardaba los rebaños de su padre. Según Zeus, no había nadie mejor para juzgar la belleza femenina. A pesar de ser un príncipe real, Paris trabajaba como pastor porque a Príamo, que era su padre y rey de Troya, le habían advertido que un día este príncipe se convertiría en la ruina de su país, y al enterarse de esto lo había despedido. Por el momento, Paris vivía con una encantadora ninfa, Enona.

Paris se asombró al ver aparecer ante él las maravillosas formas de las tres grandes diosas. Pero no se le pidió que examinara sus deidades radiantes y eligiera las más hermosas; por el contrario, le instaron a que considerara los sobornos que le ofrecían y que eligiera entre ellos el que le pareciera más ventajoso.

La decisión no fue fácil. Todo lo que los hombres amaban estaba allí, al alcance de la mano:  Hera prometió convertirlo en Señor de Europa y Asia; Atenea le ofreció el liderazgo de los troyanos en una guerra victoriosa contra los griegos, una guerra que dejaría a Grecia en ruinas; Afrodita le aseguró que tendría a la mujer más hermosa del mundo entero. Paris, que además de ser débil era algo cobarde, como bien demostrarían los acontecimientos futuros, aceptó la última oferta y le dio a Afrodita la manzana de oro.

La mujer más bella del mundo era Helena, hija de Zeus y Leda y hermana de Cástor y Pólux. La fama de su belleza se había extendido por todo el mundo, y todos los jóvenes príncipes de Grecia la querían por esposa.

Cuota: