Turquía, punto de unión entre Europa y Asia, lugar de encuentro de civilizaciones y escenario de batallas a lo largo de la historia, ha sido testigo del paso de místicos, comerciantes, nómadas y conquistadores desde tiempos inmemoriales. Muchos dejaron su huella en el paisaje, en forma de castillos bizantinos, ruinas griegas y romanas, caravanserais selyúcidas y palacios otomanos. Los descubrimientos arqueológicos indican que Anatolia estuvo habitada por cazadores-recolectores desde el paleolítico. El hombre neolítico talló los pilares de piedra de Göbekli Tepe hacia el 9500 a.C. En el IX milenio a.C comenzó en Anatolia una evolución que condujo al descubrimiento de un nuevo modo de vida para la humanidad: la agricultura y la ganadería.