El Café Turco
La tradición del café turco prodece probablemente del Yemen. En el s. XV se extiende hasta El Cairo y de ahí a la Meca. En el año 1640 se abre la primera tienda de venta de café en Constantinopla. Gracias a los turcos, el mundo occidental se encontró con el café. Los comerciantes venecianos, que llegaron a Turquía a principios del siglo XVII, llevaron a Europa esta bebida aromática y estimulante que conocieron en el imperio otomano. El café, que inicialmente se vendía en las calles, comenzó a venderse por primera vez en una tienda en Italia en 1645. Desde los primeros años del s. XVIII, el café se generalizó en Europa. Es muy interesante la historia de entrada del café en Austria. El ejército otomano, que asedió Viena en 1683, fue derrotado y abandonó sacos de café mientras se retiraba. Los austriacos inicialmente pensaron que el café en los sacos era alimento para los animales. Jerzy Kulczycki, que conocía a los otomanos, solicito que le entregaran estos sacos y abrió un lugar para tomar café en Viena.
El café turco, que ha sido preparado y presentado con los mismos métodos desde el s. XVI, tiene un lugar especial en la cultura turca. Reune a personas de todos los niveles de la sociedad, es uno de los medios más importantes de socialización.
En 2013 Turquía adquirió la patente del café turco.
El único café del mundo que habla, es el café turco. Sirve para pedir la mano de una jóven, para medir la hombría del pretendiente y para adivinar el futuro.
Según la tradición turca cuando un hombre se presenta para pedir la mano de una jóven se le sirve café turco con sal y la cantidad de ésta representa el grado de interés de la jóven. Cuanta más sal menos probabilidades tiene el jóven.
Un café, que se toma con un amigo, es unas veces una buena charla, otras una preocupación compartida o un deseo por descubrir lo que nos depara el futuro y lo que en Turquía se conoce como “FAL”. Hay muchos lugares en Turquía donde uno puede disfrutar de un café turco y luego hacer que un “falcı” le lea el futuro en los posos del café.
¿Cómo es el ritual de la lectura de los posos del café?
Según la tradición que llega hasta nuestros días, después de tomar el café, la taza se coloca boca abajo sobre el platillo, se deja enfriar unos 10 minutos y al mismo tiempo se pide un deseo. La taza se levanta cuando se enfría por completo. Los dibujos del cafe seco en el interior de la taza se interpretan de acuerdo con las reglas de adivinación y se hacen profecías sobre el futuro. Si la taza se queda pegada al platillo y no se puede abrir, eso significa que tu deseo se cumple y no es necesario hacer la lectura.
¿Cómo se prepara el café turco?
Es el único café que se obtiene mediante cocción.
El café turco se toma en pequeñas tazas de aproximadamente 70 milímetros y estas tazas se usan como medida.
Ingredientes para preparar el café turco:
- 1 cucharadita de café molido ( 7 gr. aproximadamente )
- 1 taza de café de agua ( 70 gr )
- azúcar (Poco dulce: 1 tarrón de azucar/ Dulce: 2 tarrones de azucar)
La preparación del café turco es sencilla. Lo mejor es comprarlo ya molido. Luego, en una recipiente (cezve) parecido al que se usa para calentar la leche se agregan al mismo tiempo el agua fría, el azúcar y el café y se mezla bien con una cucharilla antes de poner al fuego y nunca después. Al café turco no se le puede añadir el azucar una vez cocinado y nunca se sirve con leche.
Ahora, sigamos cocinando nuestro café. Colocamos el recipiente a fuego medio y al cabo de unos 5 minutos comenzará a hacer espuma y una porción de la espuma se vierte en la taza porque cuanto más espumoso sea el café, es mejor. La cafetera se vuelve a poner al fuego otro minuto y después se vierte en la taza.
El café turco se sirve siempre acompañado de un vaso pequeño de agua. El motivo es que el agua antes de tomar el café ayuda a percibir mejor su aroma y después para retirar los pequeños posos que puedan quedar ya que es un café no filtrado. Se suele servir acompãdo de "lokum" un dulce turco, especialmente para endulzar a aquellos que toman el café sin azucar.